Trabajar bien la competencia audiovisual en el aula de ELE: secuenciar bien para aprender mejor
Hoy en día, la imagen se ha convertido en una parte consustancial y (casi) inevitable de nuestro entorno cotidiano. Desde el punto de vista didáctico, es indudable que acercar el audiovisual al aula de ELE no solo aumenta la motivación de nuestro alumnado, sino que también mejora el aprendizaje desde múltiples puntos de vista. Los textos audiovisuales los podemos trabajar desde la diversidad de recursos comunicativos que ofrece su carácter multimodal (visual, auditivo, lingüístico, escrito, etc.) y desde su construcción cultural. Sin embargo, ¿sabemos integrarlos en el proceso de aprendizaje de manera sólida? ¿Cómo secuenciamos el orden de nuestras actividades en lo que se refiere a un texto audiovisual? ¿Hasta qué punto es importante la secuenciación en el desarrollo de la competencia audiovisual? Articular todos estos aspectos de manera adecuada es fundamental, tanto para que el alumnado entre de manera fluida en la comprensión del vídeo como para que genere un output significativo que contribuya, a su vez, a desarrollar todas las destrezas que nos interesa integrar.
El uso del vídeo en el aula nos permitirá, entre otras cosas:
- Potenciar las actividades comunicativas de la lengua (comprensión, expresión, interacción y mediación) a través de una contextualización audiovisual.
- Fomentar la creatividad.
- Apoyar el conocimiento de contenidos socioculturales y el desarrollo de la competencia intercultural.
- Promover la alfabetización mediática y el pensamiento crítico.
es imprescindible que “preparemos” a nuestro alumnado a través de una información preliminar
Como ejemplo, observemos la aplicación práctica a partir de una de las micropelis disponibles en Campus Difusión: Apocalipsis Plus.
Si para cualquier tarea didáctica que llevemos a clase es importante el orden en el que están dispuestas las actividades que la componen, cuando de cine (o material audiovisual de cualquier tipo) se trata, es imprescindible que “preparemos” a nuestro alumnado a través de una información preliminar: el éxito de la explotación de un contenido gramatical, funcional y, sobre todo, sociocultural a través de un recurso tan poderoso como el audiovisual, va a depender en gran parte de una correcta contextualización y trabajo previo.
En un primer momento, las actividades de previsualización activan los conocimientos previos del alumnado, anticipan el contexto y, por tanto, allanan el camino del input que van a recibir a través de la película.
Al llevarlo a mi clase, a través de esta primera actividad muchos de mis estudiantes hablaron de ciencia ficción, otros pensaron en drama o terror. Los códigos audiovisuales que identifican los géneros son globales y fácilmente reconocibles por todos y, precisamente por eso, preguntar por ellos es una estrategia recurrente y eficaz de previsualización de una película. Entrar en el visionado de un corto (o cualquier otro material audiovisual) sin actividades previas puede ser garantía de rechazo o frustración del alumnado frente al recurso presentado.
La gran ventaja de trabajar un texto audiovisual reside en la multitud de canales a través de los cuales el estudiante puede interpretar y negociar significados. En este corto, por un lado, la imagen nos ofrece inmediatamente un contexto temporal y espacial de futuro distópico; por otro, no solo podemos escuchar el monólogo del protagonista, sino que, a la vez, contamos con subtítulos sobre la pantalla, que apoyan la comprensión del input. Y aquí vendría una segunda actividad de la secuencia didáctica que tiene que ver con una segunda fase: Durante la visualización.
El proceso de inferencia, en este caso del texto audiovisual, activa la creatividad a partir de una lluvia de ideas vinculada a la información que al alumnado le ha llegado por varios canales (imágenes, sonido, diálogos…), negociando entre todos el significado del vídeo. Posteriormente se añaden actividades de comprensión de contenidos y comprobación de hipótesis iniciales. La práctica del aspecto lingüístico seleccionado (en este caso, el pretérito imperfecto) se ofrece de manera contextualizada:
Es fundamental, al trabajar el texto audiovisual, que ensanchemos las tareas hacia los contenidos socioculturales, por ejemplo, estableciendo vínculos con el conocimiento previo del alumnado en cuanto a ficción literaria o audiovisual relacionada, como vemos en el ejemplo. Quedarnos en la comprensión del contenido y en la contextualización de los elementos lingüísticos empobrecería los resultados y reduciría drásticamente las múltiples posibilidades que el audiovisual nos ofrece:
El desarrollo de la competencia crítica que se plantea en la explotación didáctica va en dos direcciones: sobre el mensaje del corto a través del mundo que refleja, y sobre la micropeli en sí, solicitando al alumnado una crítica de la misma. Hacerse preguntas sobre la idea y el mensaje detrás del audiovisual es imprescindible para generar un espacio de reflexión colectiva en el aula que lo relacione con nuestro entorno y refuerce el papel del alumno como agente social:
Al mismo tiempo, este ejercicio crítico debe estar íntimamente vinculado a la alfabetización audiovisual y al conocimiento de los mecanismos narrativos del lenguaje cinematográfico:
Aquí podríamos aprovechar para aumentar los conocimientos del alumnado sobre los aspectos del lenguaje audiovisual más interesante (planos, encuadres y sus significados, música, colores, etc.), es decir, favorecer la alfabetización mediática y descubrir el significado que estos aspectos añaden a una película.
Finalmente, la explotación didáctica vuelve la cara hacia el alumnado, ayudándonos a gestionar la participación en el aula:
En definitiva, la adecuada secuenciación a través de la cual trazamos las actividades sobre el texto audiovisual multiplicará los resultados didácticos y será garantía de éxito en el aula, precisamente por la variedad de elementos implicados. El cine ensancha el horizonte del contexto educativo por su carácter transversal y poliédrico. Una buena planificación y una selección de material adecuada abrirá multitud de ventanas, no solo lingüísticas, sino emocionales, culturales y críticas.
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