BlogTarareando la pronunciación: la música de nuestra lengua
ISSN: 2938-5857

Tarareando la pronunciación: la música de nuestra lengua

música

Autor: Antonio Orta (CLIC Sevilla)

La lengua es eminentemente un producto oral. La pronunciación es lo más íntimo y personal que define a una comunidad de hablantes. Adoptar una perspectiva musical nos facilita el aprendizaje de la pronunciación del español, ya que minimiza el impacto negativo que produce la llamada “criba fonológica” y el consiguiente “acento extranjero”. De este modo, podemos acercarnos a una lengua segunda o extranjera desde el principio, de una manera natural, acudiendo a la prosodia.

Aunque todo lo mencionado parece lógico, son muy pocos los manuales y docentes de español que incorporan de manera sistemática las actividades de pronunciación en sus planes diarios de clase. Las claves de este hecho radican en los prejuicios que tienen acerca de qué es pronunciación y cómo se aprende. ¿Cómo podemos vencer estas reticencias iniciales? Demostrando los buenos resultados obtenidos con las actividades de pronunciación.

Una buena actividad de pronunciación debería:

  1. presentar modelos de lengua claros y, a ser posible, apoyados en imágenes;
  2. partir de lo perceptivo hasta lo productivo;
  3. ir de lo prosódico a lo segmental;
  4. favorecer la retroalimentación personal y de especialista,
  5. no desatender la intención comunicativa y el contexto de enunciación.

Son muy pocos los manuales y docentes de español que incorporan de manera sistemática las actividades de pronunciación en sus planes diarios de clase

Me gustaría centrarme en un ejemplo de buenas prácticas con el manual Aula Plus 1 (Cápsula de Fonética 0: entonación de preguntas parciales y su respuesta).

A partir del vídeo de explicación, que presenta muestras cuidadosamente seleccionadas, el alumnado se aproxima musicalmente a uno de los campos más importantes de la prosodia del español: la entonación de las preguntas. Es fundamental el apoyo de las imágenes para compensar la llamada “sordera o criba fonológica”.

Entonación

Cada hablante se acerca a la nueva lengua a través del sistema perceptivo de su lengua materna. Esto hace que se produzcan interferencias, errores e incomprensiones que afectan directamente a la comunicación. El uso de las imágenes del vídeo, al compás de la emisión de la voz, ayuda a visualizar mejor la cadena fónica y poner el foco en lo realmente pertinente. Se cumple así la primera de las características mencionadas de una buena práctica de pronunciación.

La segunda actividad incide en el aspecto de la percepción. El español otorga un valor fundamental a las entonaciones de las preguntas. Otras lenguas ofrecen marcas léxicas o sintácticas que nos advierten de la intención de preguntar. En el caso del inglés, basta ver la inversión del verbo principal o la anteposición del verbo to do para saber que el hablante formula una pregunta. Sin embargo, en español hay que entonar con claridad para que sepamos como oyentes que esperan una respuesta. No es raro encontrar pequeños malentendidos entre hablantes de español, en los que tras haberse formulado la pregunta, el oyente se queda unos segundos callado y dice a continuación con sorpresa: “¿Ah, pero me lo estás preguntando?”. Por ello, esta actividad es fundamental, ya que se centra en el reconocimiento o discriminación entre entonaciones afirmativas e interrogativas en un plano estrictamente musical y desligado del propio contenido. Se trata de empezar a adiestrar el oído a través de la percepción.

En el apartado 2 de la cápsula fonética profundizamos en el aspecto prosódico de la entonación. Trata de las diferentes variaciones tonales a lo largo de un enunciado (Gil, 2007), es decir, como cada hablante solicita, presenta o destaca la nueva información. La actividad se centra en dos aspectos fundamentales: los rasgos melódicos y los rasgos fonológicos de la entonación. 

Aparentemente, parece una actividad muy simple pero, en mi opinión, es el eje central de esta cápsula fonética.

Los rasgos melódicos son un primer nivel de descripción fonética que elimina de la curva melódica todas las posibles variaciones no pertinentes (micromelódicas) para llegar a una estandarización de los valores presentados. Es decir, describimos los elementos del contorno de subidas y bajadas: anacrusis, primer pico, cuerpo o declinación e inflexión final.

En segundo lugar, se centra en uno de los tres pares binarios fonológicos de la entonación o tonemas que nos informan sobre: +/- neutro; +/- interrogativo y +/- enfático. Es decir, mucho aprendizaje en una actividad muy simple.

Por último, el apartado 3 incide sobre la posibilidad de retroalimentación personal y de especialista. Resulta fundamental poder escucharnos desde una grabación por dos razones fundamentales: en primer lugar, al producir oralmente en el habla espontánea no tenemos mucho margen de tiempo para escucharnos y poder analizar qué aspectos debemos mejorar. Por otro lado, cuando nos oímos en una grabación no tenemos la percepción interna a través de las reverberaciones de los huesos del cerebro cercanos al oído. Es decir, nos oímos distintos y esto permite analizar cómo nos escuchan los demás.

Esta retroalimentación del audio grabado debe ir acompañada de la evaluación docente, que sabrá poner el foco de atención en aquellos aspectos que resulten más pertinentes y no hacerlo sobre todo el conjunto emitido.

Sabemos que los estudios sobre la diversidad entonativa demuestran las influencias de las variables diastráticas (niveles socioculturales), diafásicas (registros de la lengua) y diatópicas (geográficas). Por ello, una manera de complementar esta actividad es centrarnos en la pragmática.

Con mis estudiantes reflexiono sobre qué valor puede tener la pregunta del apartado anterior “¿Cómo estás?” en función del contexto de enunciación:

  • Una amiga que visita a un enfermo tras una operación.
  • Un saludo informal por la mañana en el trabajo.
  • Un saludo por la mañana después de una noche de fiesta.
  • Un saludo después de mucho tiempo sin ver a alguien.

En definitiva, las actividades centradas en la prosodia dan la oportunidad de acercarse a la lengua de una manera natural, poniendo el foco de atención en lo más genuino de una lengua: su pronunciación. Esto insufla a las actividades del manual una humanidad y veracidad que no sería posible si solo atendieran al aspecto léxico o gramatical.

Las actividades centradas en las prosodia dan la oportunidad de acercarse a la lengua de una manera natural

Algunos consejos para iniciarte en los aspectos prosódicos y llevarlos a la clase:

    1. Cuando enseñes algo de lengua, reflexiona sobre la pronunciación que lleva aparejada. Siempre será una gran aliada.
    2. Pide a tus estudiantes que lleven una suerte de portafolio oral para que vean cómo van mejorando su pronunciación a lo largo del curso.
    3. Tararea las transcripciones de los audios para ayudar a mejorar su competencia fónica.
    4. Enseña a tus estudiantes a percibir dentro de la cadena fónica cómo van conectadas las palabras en el discurso oral.
    5. Que se acostumbren a seleccionar acentos de frase en función de lo que quieran destacar.

Mi experiencia me dice que los/las estudiantes dan por supuesto que cada docente debe saber enseñar adecuadamente el léxico y la gramática. Sin embargo, cuando los ayudamos a percibir y producir mejor la lengua, lo agradecen para siempre. Ya sabes, si quieres insuflar tus clases de humanidad, empieza por tararear.

Si quieres saber más sobre pronunciación

Revista Phonica: habla, voz y sonido: ISSN-e: 1699-8774, disponible en https://revistes.ub.edu/index.php/phonica

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